¿Qué sabes sobre los edulcorantes?

¿Qué sabes sobre los edulcorantes?

En las últimas décadas se ha observado un aumento del consumo de azúcar, tanto que se ha convertido en un abuso, el cual se ha traducido en una amenaza para la salud de la población, puesto que han aumentado las enfermedades no transmisibles, como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. 

Como consecuencia de este importante problema de salud pública, en la actualidad, el azúcar se está demonizando y los edulcorantes han adquirido importancia entre la sociedad, convirtiendo el azúcar en un elemento cada vez menos deseado. Para gran parte de la población, los edulcorantes artificiales son una solución para evitar el consumo de azúcar añadido y prevenir las enfermedades que conlleva sin renunciar al sabor dulce. ¿Pero qué son los edulcorantes?

Edulcorantes

Según la EFSA (European Food Safety Authority) los edulcorantes son aditivos alimentarios que se utilizan para endulzar los alimentos y como edulcorantes de mesa. 

Como todos los aditivos alimentarios, los edulcorantes son sustancias que están reguladas y con una evaluación de la seguridad antes de que se autorice su comercialización.

 

Clasificación

Existen varios tipos de edulcorantes

  • Polialcoholes: Son edulcorantes naturales, presentes en algunos vegetales y frutas. Entre ellos se encuentran el manitol (E421), sorbitol (E420) y xilitol (E967). No destacan por ser edulcorantes intensos, ya que no tienen un sabor más dulce que el azúcar, incluso algunos pueden ser menos dulces. Este grupo de edulcorantes aporta calorías, unas 4 kcal por gramo, siendo menos calóricos que el azúcar. 
  • Edulcorantes intensos: Son edulcorantes sintéticos, aunque algunos pueden derivar de sustancias naturales, como plantas o del mismo azúcar. En este grupo encontramos acesulfamo K (E950), aspartamo (E951), ciclamato (E952), sacarina (E954), estevia (E960) y sucralosa (E955). Son edulcorantes con sabor mucho más dulce que el azúcar, pero por el contrario no aportan calorías a la dieta.

 

Ciertos edulcorantes han causado controversias al ser considerados peligrosos para la salud. Aparecieron algunos estudios donde se puso en el punto de mira al aspartamo, con la conclusión de que su consumo provocaba cáncer en ratas, entre otras enfermedades. Tras varios años observando los efectos de estos edulcorantes y evaluando su seguridad,  la EFSA descartó los resultados y se dedujo que el aspartamo no es cancerígeno y que no afecta a ninguna de las funciones del organismo, siendo seguro en niños, adultos y embarazadas. Se admitió la ingesta diaria admisible (IDA) en 40 mg/kg de peso corporal/día, siendo seguro para la población.

El caso de la sacarina también fue parecido cuando se observó que este edulcorante provocaba cáncer de vejiga en ratones. Posteriormente se relaciono con características particulares de los roedores, descartando que la sacarina provoque cáncer en humanos y se admitió como seguro su consumo con unos límites marcados. 

Sin embargo, el caso de la estevia es distinto. Es cierto que la estevia proviene de una planta, pero el edulcorante denominado estevia que podemos encontrar a la venta no es en ningún caso la planta natural, puesto que su comercialización no está autorizada. 

En ese caso, lo que se vende es un extracto de un glucósido de la planta, denominado glicósido de esteviol. Además, a él se le añaden otros excipientes para poder formularlo. Es por ello, que no se debería considerar este edulcorante más natural ni más seguro que cualquiera de los edulcorantes que existen en el mercado.

 

¿Qué edulcorante escoger?

La elección de los edulcorantes debería estar guiada según los gustos de cada uno, puesto que el sabor entre ellos difiere bastante. No hay motivo por el cual preocuparse de su supuesta toxicidad, las cantidades que se añaden a los alimentos están revisadas y son seguras. 

Su elección puede estar determinada por algunas molestias que suelen causar algunos de ellos a nivel digestivo. Los edulcorantes polialcoholes sufren una fermentación en el intestino y provocan un desplazamiento de las bacterias beneficiosas, causando molestias como incremento de gases, flatulencias, e incluso diarreas y dolores abdominales. 

 

Edulcorantes y obesidad

Por un lado, se debe considerar que si el consumo de edulcorantes es frecuente, el cerebro seguirá pidiendo el sabor dulce al que está acostumbrado y no cambiará la apetencia por el azúcar, aumentando en algunos casos. Es por esta razón, que no es recomendable tomarlos con frecuencia.

Por otro lado, los edulcorantes no ayudan a adelgazar. Es cierto que son un sustituto relativamente “eficaz” al azúcar, pero no por sustituir el azúcar por edulcorantes será más saludable. 

El proceso de pérdida de peso es un camino largo en el que varios factores están relacionados, cambiar los hábitos alimentarios sería la solución, junto con la práctica de ejercicio físico. Cierto es que si además se sustituye el azúcar por edulcorantes en el café del desayuno será mucho mejor, pero no se conseguirá nada si junto a ese café hay un bollito de chocolate para acompañar. 

 

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