¿Cómo cuidar las manos deshidratadas por culpa de los geles hidroalcohólicos?

Lavarse las manos se ha convertido en una rutina que hacemos cada vez que entramos en un establecimiento, al llegar a casa o al trabajo… Digamos que se ha vuelto una costumbre del día a día. Este simple gesto de lavarnos las manos hace que estemos más protegidos de un posible contagio y por ello se debe hacer constantemente.

¿Por qué se resecan las manos con jabón o el gel hidroalcohólico?

En la piel hay unas glándulas que secretan una sustancia llamada sebo, la cual está compuesta por grasas y ceras, entre otras sustancias. El sebo protege nuestra piel de la deshidratación, capturando el agua que se pierde por evaporación (cuando sudamos), y protegiéndola de agresiones externas.

El jabón hace que se pierda el sebo con los sucesivos lavados, ya que es capaz de arrastrar grasas. De esta manera la piel se queda sin protección, permitiendo que el habón llegue hasta zonas de la piel a la que normalmente no suele llegar. Por otro lado, el alcohol es capaz de alterar la capa de sebo, deshidratando y dejando desprotegida la piel.

A medida que aumenta la higiene de manos, la producción de sebo no puede compensar la pérdida y se produce la sequedad en las manos.

¿Cómo conseguir unas manos hidratadas y perfectas?

Con unos pocos consejos podrás conseguir unas manos más hidratadas y cuidadas.

• Utiliza agua tibia y fresca. Evitar el agua caliente cuando laves tus manos, cuanto más caliente más daño le hará al sebo de la piel.
• Optar por jabones e higienizantes de manos poco perfumados, ya que los perfumes pueden causar dermatitis.
• Escoge jabones e higienizantes suaves o que contengan compuestos que hidraten la piel.
• Utiliza la crema hidratante después de los lavados. No esperes a que las manos ya estén resecas para empezar a ponerte crema, pues de esta manera será más difícil recuperar el daño.
• Los geles hidratantes o aceites también son una buena opción para hidratar las manos. Escoge siempre los que tengan componentes naturales.
• Si las manos ya están agrietadas con heridas, puedes utilizar aceites vegetales. Los aceites de argán o de jojoba son perfectos para tratar y cuidar la piel de forma natural. Se absorben rápidamente y no son pegajosos.

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