Pantallas vs obesidad infantil

Pantallas vs obesidad infantil

La obesidad infantil es una epidemia importante de la cual hay que preocuparse e intentar frenar su avance.

La gran mayoría de los factores que influyen sobre nuestra alimentación son aprendidos y se crean durante la primera infancia, siendo el que más influye en los niños, el entorno familiar y social, especialmente mediante imágenes. 

Los niños y adolescentes son especialmente sensibles a la publicidad. La edad y la falta de conocimiento les hace fácilmente influenciables por lo que les rodea, sea beneficioso o perjudicial para ellos. Suelen dejarse llevar por sus emociones y fijarse en lo que les llama la atención, por ello se les considera consumidores vulnerables. 

 

¿Cómo podemos decir que estar frente a una pantalla engorda a la población infantil? 

Es verdad que estar frente a una pantalla no engorda, pero puede conllevar un aumento de peso en los niños indirectamente. El primer problema que podemos destacar, es que estar muchas horas viendo dibujos en la televisión o jugando a videojuegos es una actividad sedentaria, que no conlleva ningún gasto energético y en segundo lugar la publicidad alimentaria que se transmite hacia la población infantil está repleta de mensajes de alimentación insana.

A parte de la publicidad de alimentación insana que se publicita, la forma en cómo se transmiten los anuncios y la forma en la que la población infantil lo recibe también influye.

La publicidad alimentaria dirigida a la población infantil es muy llamativa, con colores vistosos, dibujos atractivos y conocidos e incluso regalos que contienen los productos. La publicidad que destaca son alimentos muy consumidos y atractivos entre la población infantil como el cacao soluble, cereales de desayuno, chocolates, galletas variadas o comida rápida. Están focalizados en niños o jóvenes, siendo el anuncio publicitario protagonizado por niños o adolescentes. 

La conclusión es que los anuncios alimentarios dirigidos a la población infantil son de productos no saludables que incitan a escoger alimentos grasos, azucarados, con muchas calorías. Varios análisis según la OCU revelan que más de la mitad de los anuncios de alimentos son insanos, y que en concreto, 9 de cada 10 anuncios de alimentos dirigidos a público infantil son de productos poco saludables. 

Los niños incrementan su ingesta de alimentos no saludables en un 56% cuando están viendo anuncios que incluyen insanos, eso es por la apetencia que ellos desarrollan por los alimentos insanos al recibir información por parte de los anuncios.

¿Cómo reducir la influencia de la publicidad en la alimentación infantil?

Se debe procurar la limitación al máximo el tiempo que pasan delante de las pantallas, especialmente el fin de semana, ya que es cuando se emite mayor cantidad de anuncios. A medida que crecen, se les puede explicar que esos productos son de consumo ocasional. 

 

Aunque tus hijos te pidan a menudo, niégate aunque hagan pataletas y evita premiarlos por terminar el plato. Procura hacer planes diferentes y atractivos, para distraerlos y ocupar su tiempo libre.

 

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