¿Ya sabes cómo cuidar tu piel después de tomar el sol?

Hoy en día tomar el sol y verse moreno es crucial para estar guapos en verano… Pero ¿somos conscientes de que debemos proteger y cuidar la piel para que esté saludable?

Efectos del sol sobre la piel

Los rayos de sol, en concreto los UVA y UBA, penetran en la piel e interactúan con las células cutáneas, oxidando y generando radicales libres muy reactivos. Pueden causar eritema solar (enrojecimiento e inflamación), envejecimiento cutáneo prematuro (arrugas), daño ocular, debilitamiento del sistema inmunitario, reacciones fotoalérgicas y fototóxicas e incluso cáncer del piel.

Es conocido que el mejor tratamiento es la prevención usando protección solar, pero no debemos olvidar que también es imprescindible cuidar la piel después del sol. Es posible que aunque hayamos utilizado crema protectora alguna parte del cuerpo se queme, ya que hay que aplicarse el protector frecuentemente, no abusar del sol e hidratarse lo suficiente y no siempre se cumplen estas premisas. Es por ello, que hidratar y calmar la piel después de la exposición solar es imprescindible.

Normalmente se usan cremas hidratantes y calmantes artificiales, pero una alternativa muy útil y sana sería usar productos naturales.

¿Qué ingredientes naturales cuidan la piel?

Aloe Vera: El aloe vera es una planta que usada tópicamente, posee propiedades calmantes, regeneradoras, antisépticas, antiinflamatorias y refrescantes. Tratan las quemaduras leves y las rojeces producidas por la exposición solar y evitar así la aparición de ampollas o la descamación de la piel. Además, al ser una planta protectora y regeneradora de las células de la piel, el bronceado se mantiene por más tiempo.

Caléndula: La caléndula es una flor con múltiples propiedades y beneficios. Entre sus propiedades destacan las corporales y dérmicas. Su capacidad cicatrizante viene dada por su rico contenido en carotenos y flavonoides, que fortalecen la piel y la protegen de agresiones externas, además de aumentar la producción de colágeno. La caléndula posee más efectos beneficiosos, es una flor hidratante con efecto calmante y emoliente para quemaduras o para curar las grietas que aparecen en manos y pies. Además, sus propiedades antisépticas, antibacterianas y fungicidas reducen la proliferación de hongos y bacterias que pueden desarrollarse en heridas. Por último, su propiedad antiinflamatoria es perfecta para cuidar y calmar la piel después de una quemadura o aliviar las irritaciones por rozaduras.

Almendra: Las almendras son ricas en proteínas de origen vegetal, por lo el aceite de almendras posee una alta acción nutritiva. Aporta hidratación intensa a la piel, flexibilidad y nutrición. Estas propiedades previenen el envejecimiento prematuro de la piel. Además, sus propiedades cicatrizantes y regeneradoras son ideales en quemaduras y erupciones cutáneas, muy comunes después de una larga exposición al sol.

Onagra: La onagra es una planta muy rica en ácidos grasos omega-6, esenciales para el buen funcionamiento del organismo. En este caso la onagra no actúa tópicamente para cuidar la piel, sino que es un complemento que la cuida desde dentro. El aceite de onagra mejora la piel agrietada, seca, con estrías, envejecidas y con exceso de descamación. El sol envejece la piel al oxidar las células, por lo que este aceite es ideal para evitar el envejecimiento y renovar las células. Además, con su aporte en vitamina E contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.

Borraja: El aceite de borraja, por vía oral, posee propiedades humectantes, suavizantes y antioxidantes, contiene vitamina C y E, que actúan combatiendo el envejecimiento prematuro de la piel y reduciendo arrugas gracias a su acción regeneradora.